¿Dónde están ahora mismo las dos réplicas de la espada que en 1967 y 1969 se regalaron, respectivamente, a Franco y Tarancón? ¿Qué pasó con ellas a la muerte de Franco y el cardenal Tarancón?’ Así concluía el artículo del periodista Francisco Rodríguez «Paco» publicado en el diario La Tribuna de Toledo acerca de la desaparecida espada, y así llegó Artesanía Tradicional Toledana a este apasionante proyecto, la historia estaba incompleta.
Ni patrimonio Nacional, responsable de los bienes de titularidad de Estado Español, ni la Fundación Francisco Franco , ni Arzobispado de Toledo, ni Arzobispado de Madrid, siguiente destino del cardenal, cuentan entre sus fondos con ninguna de las réplicas. Todas las pesquisas que había llevado a cabo Paco apuntaban a que ambas réplicas también habían desaparecido.
Cuando Paco nos propuso el reto de volver a forjar la espada de San Pablo, nos encontrábamos en el mismo punto que en 1967, es decir, únicamente disponíamos del conocido pergamino de Palomares para elaborar la pieza. ¿O no? Ciertamente esto no era así, ya que en el Museo del Ejercito de Toledo encontramos la que suponemos es una tercera réplica, y que por sus imperfecciones interpretamos que debe tratarse de algún boceto de prueba o espada ensamblada con restos de las originales.
Aunque el tener acceso a esta pieza nos ayudó a visualizar el que sería el resultado final, no dudamos en hacer prevalecer las detalladas descripciones y dibujos del citado pergamino para materializar el proyecto. Así el Maestro Arellano y su hijo Tony pusieron manos a la «fragua», proceso de elaboración que quedó inmortalizado en las fotografías de Yolanda Lancha, y gracias a ellos hoy podemos afirmar que se ha cerrado el circulo devolviendo la espada al lugar del que nunca debió desaparecer y que modestamente hemos aportado nuestro pequeño granito de arena a la historia de una ciudad de leyenda.
Acto de entrega de la réplica a las hermanas Jerónimas de Toledo
Tras más de 80 años, la espada con la que fue decapitado el apóstol San Pablo ha regresado al convento de las hermanas Jerónimas de Toledo. El pasado viernes 27 de enero, tuvimos la fortuna de poder participar en un evento que ha pasado a formar parte de la historia de la ciudad de las tres culturas. Quizá por ello nadie quiso perderse el acto de entrega, que fue magistralmente dirigido por Enrique Sánchez Lubián, periodista y escritor, y al que asistieron Dña Milagros Tolón, Alcaldesa de Toledo, D, Ángel Fernández, Obispo auxiliar, Fernando Sanz, Subdelegado de gobierno en Toledo, representación de los principales partidos políticos e instituciones culturales de la ciudad.
En su intervención, Enrique Sanchéz Lubián desgranó y a su vez elucubró acerca de la historia de la reliquia, de lo que sabemos que sucedió y de lo que pudo haber sucedido y que quizá no haya trascendido. Una intervención entrañable, repleta de anécdotas y referencias acerca del alfanje que dio paso a las palabras de quién escribe estas líneas y que en representación de Artesanía Tradicional Toledana agradeció la oportunidad que nos brindaron tanto periodista como fotógrafa de unirnos a ellos en este viaje por el tiempo de la historia de nuestra ciudad a través de esta espada.
Tony Arellano nos acercó las técnicas utilizadas en el proceso de elaboración de la espada, que según sus palabras fue «todo un reto debido tanto a las características de la pieza como por el importante significado que tiene para Toledo y los toledanos». «Se trata de una espada muy diferente a todo lo que he realizado hasta la fecha, Espada relativamente corta y muy pesada para su tamaño (casi 3kg) aun así quedamos sorprendidos de su equilibrio cuando finalizamos su forja, quizá debido a su desmesurado pomo», concluyó. Su padre, nuestro admirado Maestro artesano espadero Antonio Arellano, reconoció que «esta historia me pilla muy de cerca» y que aun habiendo nacido a escasos cien metros de la iglesia dónde nos encontrábamos, «y de la que en alguna ocasión fui monaguillo», no tenía conocimiento de la historia de la espada.
Quizá uno de los momentos más emotivos de la tarde lo protagonizaron Yolanda Lancha, y la madre Teresa, navarra de nacimiento que lleva 70 de sus 87 años vida en el convento de las jerónimas, que sin romper su clausura se dirigió a los asistentes desde más allá de las rejas que separan la iglesia de la clausura con una breve y sentida carta de agradecimiento por haber recuperado su venerada espada.
Y no podía ser de otra, Paco, quien ha recuperado la historia de esta espada para la ciudad, puso un brillante colofón a la velada con unas palabras en las que daba respuesta a la pregunta que le había realizado meses antes la madre Teresa, «¿Paco, hijo mío, por qué haces esto por nosotras?» Su respuesta fue franca y sincera «porque se lo debíamos», y así se dio paso a la fotografía de la noche, el maestro Arellano acercaba la espada a su hijo Tony quién situó y fijó el alfanje en la robusta pared del edificio, donde quedará, esperemos que por muchos años, expuesta al alcance de las miradas de todos los toledanos o visitantes de la ciudad que deseen conocer como fue la supuesta espada con la que el emperador Nerón mando decapitar al apóstol San Pablo.
Historia completa de la espada
La Espada de San Pablo: el cuchillo de Nerón y su llegada a Toledo
La Espada de San Pablo II: la búsqueda de la espada y el hallazgo del pergamino de Palomares
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ARTESANÍA TRADICIONAL TOLEDANA SL