Una de las posibles formas de clasificar las espadas roperas atiende al tipo de guarnición, hablamos así, de espadas de taza, vela o farol. Para la daga de mano izquierda de edición limitada 31 de Enero Tercios, escogimos una con guarda de vela, muy representativa de los soldados de la época y que además nos ofrecía grandes posibilidades de personalización.
Para comenzar, dibujamos –en plano- la forma de la vela de la daga sobre papel, respetando las medidas y el diseño que hemos creado anteriormente. A continuación, lo trasladamos a una chapa de hierro de 1,5mm, para después proceder a cortarlo, bien con segueta, o con una cuchilla eléctrica.
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Daga de mano izquierda edición limitada 31 enero tercios. Consigue la pieza aquí.
Ayudándonos de regla y compas realizamos el reparto y marcamos los puntos donde realizaremos los agujeros de los remaches y de los calados necesarios para que la espiga atraviese la chapa, tanto en la parte superior como en la inferior.
Tony Arellano cortando la chapa de la vela para la daga.
Marcamos con un golpe cada punto, para posteriormente taladrar cada uno de ellos con la broca indicada. En este momento, daremos forma a la vela sirviéndonos de una madera con el contorno necesario para conseguir la curvatura de nuestra pieza. Finalizaremos la guarda de vela introduciendo en las perforaciones realizadas en el paso anterior, las decoraciones que presentamos en forma de remaches.
La cruz de la daga se inicia en una pletina de hierro de 5mm, a la que después de cortar a la medida deseada, se le hacen unos dibujos a lima para decorar, se taladra al centro y se hacen unos cortes en los laterales para poder soldar las terminaciones decorativas que previamente hemos torneado de un macizo de hierro de 1cm. Para finalizar, repasamos las soldaduras a lima.
Soldadura de las piezas de la cruz de la daga.
El pomo de la daga se obtiene de un redondo macizo de hierro de 5 cm de diámetro que se va dando forma en un torno manual, siempre bajo el criterio, medidas y diseño del artesano. Después de conseguir la forma adecuada, se taladra la pieza en el centro para que pueda pasar la espiga de la hoja y remacharlo en la parte superior.
Torneado del pomo de la daga.
Para el puño, seleccionamos un buen trozo de madera, en este caso de nogal, que taladramos longitudinalmente por el centro, de forma que podamos atravesarlo posteriormente de punta a punta con la espiga de la hoja. La pieza resultante, se tornea y se remata dando la forma final, dejando los extremos con un menor diámetro para que encastren los casquillos de hierro que sujetarán el puño, mediante una lima escofina especial para madera. Terminado este proceso, forramos el puño de la daga con tiras de cuero natural que lijaremos y daremos color para conseguir el acabado buscado.
Trozo de madera del que obtendremos el puño de la daga.
Para conseguir un mayor grado de personalización, decidimos ornamentar la pieza artesanalmente mediante el grabado al ácido, incluyendo dos muestras de la técnica en la daga de los Tercios.
En la vela de la daga encontraremos dibujada la bandera con el aspa de Borgoña, mientras que a lo largo de la hoja, leeremos grabada la frase ‘hispaniae memento’. En ambos casos, primero creamos un boceto del diseño en un papel, que trasladaremos con rotulador a la cazoleta y a la hoja, para después recubrir con un barniz las zonas donde no queramos que actúe el ácido, El último paso consiste en introducir las partes a grabar de la daga en ácido nítrico para conseguir el relieve deseado.
Hoja con el barniz previo al grabado al ácido.
Una vez fabricadas hoja, cruz, guarda, puño y pomo, únicamente resta ensamblar y remachar la pieza desde el pomo para dar por finalizada esta pieza única de colección.
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