Oro de Toledo, así es como se conoce al noble arte de la incrustación de metales preciosos, oro y plata, en acero. El damasquinado, denominado así por ser una técnica artesanal originaria de la capital siria, Damasco, tiene remotos orígenes, tan ancestrales como la civilización egipcia, griega o romana, así como la china y la japonesa, en la que se empleaba el damasquinado o “ataujía”  para decorar las katanas. Existen vestigios de más de 1500 años de antigüedad.

En la península ibérica hay datados objetos con esta ornamentación desde época prerromana y dos poblaciones volcadas en este arte, la villa guipuzcoana de Eibar -en su día conocida como la «Villa Armera»- y la Imperial Ciudad de Toledo. Son los árabes los que traen el arte del damasquinado tras la invasión de la península en el año 711, será un know-how que vendrá a complementar y enriquecer la ya de por sí tradicional relación entre Toledo y el acero de su personalísima industria de fraguas y espadas.

Toledo se convertirá así en el mayor productor de damasquinados del mundo. La oferta incluye el tradicional modelaje árabe, el estilo renancentista introducido en el S.XVI y que representa motivos florales, de animales o paisajísticos y también el nuevo modelo denominado «vistas».

 

Vídeo de Toledo Turismo sobre el damasquinado, con entrevista a nuestro Maestro damasquinador Mariano San Félix

 

El damasquinado se puede definir como el arte de la incrustación de láminas de oro e hilo de oro de 24 kilates (oro amarillo de 4mm de espesor), de oro de 22 kilates (oro verde de 4mm de espesor) y plata (9,25mm de espesor) sobre una base de hierro blando, material que con anterioridad el artesano trata químicamente, con ácido nítrico, para crear una cierta porosidad en el hierro y así poder incrustar la lámina y el hilo de oro. La incrustación se vale de cincel y martillito para fusionar el hilo o la lámina con el hierro poroso, quedando hecho un único cuerpo el oro y el hierro.

Tras unir hierro y oro, el artesano lleva a cabo el llamado pavonado, introducir el objeto en una solución de sosa caústica y nitrato potásico a una temperatura de 800ºC para que el hierro tome el color negro y el oro brille aún mas, tratándose de una oxidación que se le hace al hierro y que limpia de impurezas. A continuación se realizan las decoraciones con cincel, con el llamado repasado de la pieza, donde la obra cobra vida y el damasquinador impregna su propia identidad.

 

Vídeo ‘El arte del damasquinado y su elaboración’ explicado por el Maestro artesano damasquinador Oscar Martín.

 

En función de los estilos y dibujos se distinguen dos principales estilos de damasquinado:

Árabe, se resaltan con buriles el hilo de oro o plata, es el más genuino y característico.

 

 

Brazalete damasquinado árabe con incrustaciones de oro 24 kt y plata, haz click en la foto para ver precio y detalles

 

Renacentista, motivos de la naturaleza, florales y animales.

Brazalete damasquinado renacentista de Espadas de Toledo, tu tienda de artesanía toledana

Brazalete damasquinado renacentista, con incrustaciones de oro de 24 y 20 kt y plata, haz click en la foto para ver precio y detalles

 

Existe un tercer modelo denominado de vistas, en el que se representa la ciudad de Toledo o cualesquiera otras vistas costumbristas, en muchas ocasiones centradas en motivos del Quijote, tan lógicamente arraigados en estas tierras castellano-manchegas.

Cuadro damasquinado con vistas de Toledo, puente de Alcántara

Cuadro damasquinado con vistas de Toledo, haz click en la foto para ver precio y detalles

 

El damasquinado pisó con fuerza a partir del S.XVI y fue el lujo desplegado en las armaduras de toda Europa el motivo por el que un arte ancestral fue recuperado, destacando en España los suntuosos arneses de Carlos I o Felipe II. En Toledo la Real Fábrica de Armas contribuyó de forma decisiva en el S.XIX a continuar y potenciar más la tradición, de la producción únicamente artesanal de hace siglos a la cada vez en ocasiones más industrial de nuestros días, si bien en la ciudad de Toledo sigue habiendo grandes maestros artesanos que ofrecen sus trabajos a lugareños y turistas en un sector que aglutina más de cien expositores solo en Toledo.

A destacar una técnica utilizada por grandes maestros damasquinadores, mediante la incrustación de una gran chapa de oro a partir de la cual el artesano cincela las formas con el buril, creando interesantes efectos con el difuminado.

Por último y como colofón a este modesto repaso por la historia del damasquinado, nos gustaría dejaros este documental histórico de la Filmoteca Nacional sobre «Toledo y sus antiguas industrias». Disfrutadlo y que la Historia continúe.

 

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