Imagen de un hierro incandescente y una maza sobre un yunque

¡Hola forjadores! De nuevo nos encontramos en “Forjando la historia” de Artesanía Tradicional Toledana. En esta ocasión, aprenderemos, como siempre de la mano de Tony Arellano, algunas técnicas que nos ayudarán a mejorar la hoja de nuestra espada.

En la entrada anterior nos quedamos en la fragua y conseguimos dar forma a la barra inicial de acero al carbono. La estiramos tras varios calentones y muchos martillazos y mazazos, siempre pendientes de que el material estuviera en una temperatura óptima. Ahora, una vez que ya que hemos conseguido dar a esa barra forma de hoja, podemos empezar a optimizarla.

La tarea de hoy también se lleva a cabo en la fragua, ya que seguimos necesitando calentar la hoja para poder trabajar con ella. En esta ocasión, aprenderemos a hacer la punta, la canal y a preparar la hoja para los filos.{module Anuncio suscríbete a espadas de toledo}

Vamos paso a paso, en primer lugar, acabaremos de darle la forma a la hoja añadiendo la punta. Recordad que el material debe estar entre 800 y 1200 grados y que hay que seguir golpeando.

Imagen de un hierro incandescente y una maza sobre un yunque

Como ya sabréis, la espada que ha estado forjando Tony es una Gladius Hispaniensis, una de las espadas antiguas más importantes de la historia y es que es la espada romana por excelencia, y se distinguida por tener una gran punta que Tony utiliza para explicarnos este proceso. La punta de esta espada tiene forma de diamante y mide nada más y nada menos que 20 cm, por lo que es una punta bastante drástica en comparación con otros modelos que podéis ver en la web. Accede aquí a la sección  de venta de  espadas.

Obviamente, debemos saber cuanto queremos que mida esta parte de la espada, una vez decidido, marcamos y… ¡a trabajar!. En esta parte es importante que el brazo izquierdo que sujeta la pieza se mantenga en un ángulo de 45 grados para ir rebajando el material de la punta.{module Anuncio 1}

Se va alternando de lado para que esta modificación sea progresiva, y de vez en cuando, debemos dar en la parte central para enderezarlo.

Imagen de un hierro incandescente y una maza sobre un yunque

Como a estas alturas ya conocemos el material, sabéis lo significativo del sonido y el color, y lo importante que es el brazo en este proceso y cuidado que hay que tener para que no se produzcan lesiones.

Aunque en este capítulo 4, Tony nos muestra este paso a una mano, lo cierto, es que para ser más rápidos suele realizarse a dos manos -con martillo y maza de forma alterna-, él y su padre el maestro Antonio Arellano, seguro que tras tantos años de experiencia consiguen una punta en tiempo récord.

Nuestro acero va cogiendo forma, de momento, ya hemos conseguido lo principal, la hoja con su punta. Aunque nos quedan elementos muy importantes que hacen que nuestras espadas sean muy especiales, ya empezamos a visualizar de una forma bastante clara nuestra espada.

Ep4. Trabajando la punta de la espada

En el capítulo 7 de “Forjando la Historia” Tony nos muestra otro elemento que podemos añadir a nuestra hoja, la canal.

La canal es una hendidura que se hace en la hoja con la finalidad de rebajar el peso de la pieza. Aunque la leyenda cuenta que se realizaba para hacer un arma más letal, ya que esta ranura permitía que entrara aire en las heridas del oponente, facilitando la infección.

Y dejando las leyendas a un lado, haremos nuestra espada lo más práctica posible, asique comencemos la canal.

Os ubico, como todavía debemos hacer grandes cambios en el acero, seguimos en la forja. Necesitamos calentar la hoja (no necesariamente tanto como para la forja) y de unos martillos especiales para marcarla, ya que terminan en punta tienen varias graduaciones, tenemos todo lo necesario, podemos hacer la canal.{module Anuncio 2}

Marcamos en la hoja con un compás de hierro -que ya tiene solera, como todo lo del taller- la zona en la que irá la canal. Una vez señalizado, calentamos y comenzamos a marcar con los martillos, desde el más estrecho al más ancho, hasta conseguir un surco que más tarde remataremos con la amoladora.

Por último, aprovechamos que seguimos en la forja para preparar los futuros filos, lo único que hay que hacer es rebajar el material de la hoja por los bordes, con la ayuda del martillo y ¡la forja claro! Ya nos va quedando menos por hacer, en nada pasaremos al taller a dar lustre a todo el trabajo que estamos realizando.

Después de todo el trabajo de hoy os recomiendo sacar unas palomitas y ver este proceso de la mano de un verdadero profesional, pasaos por nuestro canal de YouTube, suscribíos y ya sabéis… ¡Nunca dejéis de forjar! Ya sean espadas o sueños.

Ep7. Preparación de filos y canal de una espada

 

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